Estoy sentada en una silla de plástico contra una pared fría de concreto. El cuarto es gris. Todas las personas están a metros de distancia, cada uno en su silla aislada que se sienten como islas desiertas. Todos con mascarilla, todos con unos nervios tan grandes que el aire se siente denso y pesado. Nadie habla y los guardias susurran. De vez en cuando se escucha un megáfono que llama un nuevo número a un nuevo counter.
No me dejaron entrar con más que una carpeta de papeles a la embajada. Es una carpeta del tamaño de una enciclopedia que me conozco de memoria. He revisado cada documento y cada copia obsesivamente por una semana. He hecho checklists y listas y he vuelto a imprimir cada cosa múltiples veces.
El correo llegó hace una semana. Estaba manejando en un mar de arcoirís de Austin a Sedona con una amiga del alma. Levanté mi celular después de manejar un par de horas para revisar lo de siempre: Whatsapp, instagram, twitter y a veces mi mail. Llevo 8 meses esperando este correo. Lo leí 3 veces. Lo volví a leer. Se lo reenvié a mi abogado. Grité y tiré el teléfono. Lo volví a abrir lentamente. Leí cada palabra en alto.
Keep reading with a 7-day free trial
Subscribe to Hola, Me Presento // Isa Garcia to keep reading this post and get 7 days of free access to the full post archives.